El adjetivo presenta morfológicamente dos accidentes gramaticales: el genero y el número. Mediante ellos puede concordar con el nombre; en masculino o femenino, y en singular y plural.
El lobo es feroz
Los lobos son feroces
La mañana esta fría
Las mañanas están frías
Todos los adjetivos presentan variación de número.
Feroz- feroces
Fría- frías
Célebre-celebres
Rojo- rojos.
Pero no todos presentan variación de genero. Hay multitud de adjetivo en la lengua española que tienen una sola terminación, con la que señalan el masculino y el femenino.
El lobo feroz La pantera feroz
Un hombre celebre Una mujer celebre
EL mar azul la camisa azul
El pastel dulce la tarta dulce
El adjetivo de dos terminaciones concuerda con el nombre en genero y número: traje negro; trajes negros; corbata negra; corbatas negras.
El de una sola terminación sólo concuerda en número: concierto breve; conciertos breves.
Cuando el adjetivo acompaña a dos o más nombres a la vez, va siempre en plural y en masculino o femenino si todos los ombres son masculinos o femeninos.
Chicas y mujeres altas
Sombreros y trajes antiguos
Si acompaña a nombres masculinos y femeninos, va en masculino.
Hombres y mujeres altos.
Ríos, montañas y aldeas pintorescos.
Algunos adjetivos sufren apócope, es decir, pierden alguno o algunos de sus fonemas finales.
Bueno, malo, santo, pro ejemplo, pierden la -o del morfema masculino cuando van ante nombres masculinos en singular: buen hombre, mal año, San Juan.
Santo presenta algunas excepciones: Santo Tomás, Santo Domingo, Santo Ángel de la Guarda.
Grande apocopa en gran cuando va ante nombres masculinos o femeninos en singular: gran ciudad, gran jefe, gran mujer, gran edificio.