El tiempo indica el momento en que se realiza la acción del verbo, este puede ser en una época pasada , ahora o en una época después de ahora.
Estas modificaciones se
indican por morfemas llamados actualmente características.
De acuerdo con estas tres
posibilidades existen tres tiempos en Español: pasado o pretérito
(amé, había amado), presente (amo) y futuro (amaré), (habré
amado).
Los tiempos son
modificaciones de la acción verbal que indican el momento de su
realización; estos cambios se realizan por los morfemas que, en la
nueva nomenclatura, se llaman características.
El verbo lleva implícito
un tiempo interno que afecta al concepto de temporalidad, desde el
punto de vista subjetivo del hablante, que altera, en ocaciones, el
sistema interno del tiempo.
Al decir: luego voy a la
playa, el hablante considera el luego como momento presente que se
extiende hasta el futuro. En la oración: estudia medicina, existe la
noción de presente hacia atrás, hacia el pasado , cuando empezó a
estudiar medicina, persistiendo ese pasado aunque el verbo este
expresado en presente.
La medición del tiempo
puede realizarse desde el presente del hablante, es una medición
absoluta. Si se parte desde otro momento, será una medida relativa.
Según esto, habrá
tiempos absolutos y relativos:
Voy ahora para allá
(absoluto).
Iba para allá cuando
llegaste (relativo).
Los tiempos absolutos
del indicativo son:
Presente (voy).
Futuro (iré).
Pretérito perfecto
simple (fui)
Pretérito perfecto
compuesto (he ido).
También
son absolutas las formas del imperativo.
Los
demás tiempos del indicativo y todos los del subjuntivo son
relativos.
Los
tiempos absolutos pueden ser relativo, si se refieren a otro tiempo;
sin embargo, los relativos, no pueden actuar como absolutos.
Cuando
decimos: conduciré mientras tú duermes, conduciré, que es
absoluto, actúa como relativo al referirse a duermes.
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