martes, 14 de enero de 2014

Accidentes gramaticales del adjetivo.

El adjetivo presenta morfológicamente dos accidentes gramaticales: el genero y el número. Mediante ellos puede concordar con el nombre; en masculino o femenino, y en singular y plural.

El lobo es feroz
Los lobos son feroces
La mañana esta fría
Las mañanas están frías

Todos los  adjetivos presentan variación de número.

Feroz- feroces
Fría- frías
Célebre-celebres
Rojo- rojos.

Pero no todos presentan variación de genero. Hay multitud de adjetivo en la lengua española que tienen una sola terminación, con la que señalan el masculino y el femenino.

El lobo feroz                     La pantera feroz
Un hombre celebre           Una mujer celebre
EL mar azul                      la camisa azul
El pastel dulce                  la tarta dulce

El adjetivo de dos terminaciones concuerda con el nombre en genero y número: traje negro; trajes negros; corbata negra; corbatas negras.

El de una sola terminación sólo concuerda en número: concierto breve; conciertos breves.

Cuando el adjetivo acompaña a dos o más nombres a la vez, va siempre en plural y en masculino o femenino si todos los ombres son masculinos o femeninos.

Chicas y mujeres altas
Sombreros y trajes antiguos

Si acompaña a nombres masculinos y femeninos, va en masculino.

Hombres y mujeres altos.
Ríos, montañas y aldeas pintorescos.

Algunos adjetivos sufren apócope, es decir, pierden alguno o algunos de sus fonemas finales.

Bueno, malo, santo, pro ejemplo,  pierden la -o del morfema masculino cuando van ante nombres masculinos en singular: buen hombre, mal año, San Juan.

Santo presenta algunas excepciones: Santo Tomás, Santo Domingo, Santo Ángel de la Guarda.

Grande apocopa en gran cuando va ante nombres masculinos o femeninos en singular: gran ciudad, gran jefe, gran mujer, gran edificio.




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