Los determinantes al pronominalizarse sufren algunas
modificaciones:
1)
l mayoría se hacen tónicos
El libro es excelente.
Él es excelente.
Me gusta esta
película.
Me gusta ésta.
2)
La, los, las se transforman
respectivamente en ella, ellos, ellas cuando están en función de sujeto:
La camisa es blanca.
Ella es blanca.
3)
Un se hace uno.
Dame un cigarrillo.
Dame uno.
Los pronombres excepto los
personales, los relativos y algunos definidos (unos, unas, otros, otras, etc.)
no tienen variación de género. Son epicenos o neutros.
Son epicenos: alguien, quien,
unos, otros, porque pueden referirse tanto a persona masculina como femenina.
Son neutros: algo, nada, poco,
mucho, todo, bastante, ¿Qué?, porque no se refieren a un nombre de género
preciso: algo, por ejemplo, que puede sustituir a una cosa, a una acción, a un
objeto.
¿pasa algo?
Algo viene por la carretera.
Los llamados pronombres
personales de primera y segunda persona singular ( yo, tú, usted) no realizan
la función de sustituir a un sintagma nominal, son los llamados pronombres deícticos
o señalativos. Yo, tú y usted no equivalen a ningún sintagma nominal.
Son nombres personales, se
refieren al hablante y al oyente. Son tan nombres como perro, árbol, rosa y
personales por que se refieren a las dos personas de la conversación.
Los nombres personales yo, tú,
usted tienen formas especiales para desempeñar otras funciones en la oración
que no sea la de sujeto.
Yo: me, mi, conmigo.
Me viste anoche. Saliste conmigo.
La flor es para mi.
Tú: te, ti, contigo.
Te dije muchas cosas.
La flor es para ti.
Usted: le, lo, (masculino)
Le mire fijamente.
Lo espero en la salida.
La, le (femenino)
La espero en la salida.
La forma de respeto usted
coordina siempre con la tercera persona del singular de las tres conjugaciones:
Usted quiere salir.
Usted ama el canto.
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