El adjetivo especificativo va siempre detrás del nombre y distingue a este del grupo a que pertenece.
ejemplo:
Tiene un sombrero negro
Salió con su hermano pequeño
Los soldados cobardes huyeron de la batalla
Como se advierte, estos adjetivos especifican de qué sombrero, que hermano y que soldados hablamos, para distinguirlos de los restantes sombreros, hermanos y soldados, respectivamente.
La oración sin estos adjetivos nos daría una información incompleta:
Tiene un sombrero
Salio con su hermano
Los soldados huyeron de la batalla
El adjetivo explicativo o epíteto va detrás o delante del nombre y su función es señalar una cualidad del mismo, sin que esta cualidad del mismo sea necesaria para diferenciarlo:
Cantó con suprema maestría
Paseamos por el verde campo
Los esforzados guerreros atacaron la ciudad
Las personas cobardes echaron a correr
Estos adjetivos suprema, verde, esforzados y atemorizados subrayan una nota de los nombres que acompañan. Si los suprimiéramos, las oraciones darían una información menor, pero no incompleta.
Cantó con maestría
Paseamos por el campo
Los guerreros atacaron la ciudad
Las personas echaron a correr
El epíteto es un ornamento de la oración. Se usa más en la lengua escrita que en la conversación coloquial. No es imprescindible para la oración, pero contribuye a que el hablante o el escritor consigan mayor vivacidad. Se ha dicho repetidamente que el epíteto en el lenguaje viene a ser como el color en la pintura.
El epíteto presenta una variedad, el epíteto constante, que se relaciona siempre con algunos nombres:
Blanca nieve
negra noche
bravo militar
distinguida dama
correcto caballero
Estos epítetos constantes en vez de enriquecer el lenguaje, lo empobrecen.
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